Unos quilómetros antes de acabar la primera etapa de la TransCazorla, si se ha elegido la opción de tirar por el Calar de la Juana, hay que estar atento al giro a la derecha para llegar a la cascada del Guazalamanco. Es un pequeño salto de agua al que se accede a pie los últimos metros. Siempre suele tener agua y en verano es perfecta para refrescarse en las diferentes pozas que surgen a lo largo de la bajada hacia el embalse de La Bolera.
